La utilización de la biomasa como combustible de calefacción representa un ahorro para las familias que puede ser de hasta el 66% con respecto al coste del gasóleo, ha afirmado Javier Díaz, presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), en la apertura de las jornadas sobre “El uso sostenible de la bioenergía en Valladolid”, organizadas por la Asociación en colaboración con la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid.
“La implicación del sector de la biomasa con la actual tendencia del fomento de la ‘economía circular’, es muy evidente”, manifestó Javier Díaz. “No hay muchas tecnologías energéticas que cumplan tan coherentemente con sus postulados.
La valorización energética de algunos subproductos de la industria agroalimentaria y de la madera, que son utilizados para producir energía térmica y eléctrica, permite devolver al ciclo económico parte de la energía consumida, no solo durante el uso de estos productos como combustible, sino también después, ya que sus cenizas pueden utilizarse para la producción de fertilizantes; o incluso el CO2 que sale por la chimenea, para producir gases alimentarios y hasta médicos”.
La biomasa térmica, añadió, “es una baza importante para lograr los objetivos nacionales de reducción de emisiones y es, además, una fuente de generación de empleo y de riqueza local, sin posibilidad alguna de deslocalización, contribuyendo muy directamente a la dinamización de la actividad económica del entorno en el que se produce y se consume”.
De acuerdo con los datos del Índice de Precios de Avebiom, dijo Javier Díaz, “el coste de 2,4 kilogramos de astilla de madera suministrada a domicilio (que es el equivalente energético a un litro de gasóleo de calefacción) supone un ahorro del 66%; aunque es probable que este porcentaje sea mayor en estos momentos, debido al importante incremento del petróleo registrado en las últimas semanas”.
En el caso de que se utilice como biocombustible hueso de aceituna, el precio de 2,2 kilogramos (equivalente energético a un litro de gasóleo), el ahorro es del 49%, y si se utiliza el pellet, el coste equivalente (2,0 kilogramos) representa un ahorro del 38%.
En este sentido, Javier Díaz recordó que el pellet es el biocombustible más demandado actualmente, “porque ofrece unas prestaciones muy satisfactorias, tanto en términos de eficiencia como por la estabilidad del precio; el coste para el consumidor final del saco de 15 kilogramos se ha reducido un 3,4% de media en los tres últimos años”.Energy News